/Enviado por “Espíritu Tanu”/
Una serie de incendios forestales han desatado un verdadero desastre en las tierras del sur de América, específicamente en el centro-sur de Chile. Los feroces incendios no han dado tregua alguna, tanto así que se han extendido por cerca cuatro semanas, los que se han visto rápidamente propagados debido a las altas temperaturas, las que han llegado a los 40 grados.
Este gigantesco desastre ha sido catalogado como un suceso histórico nunca antes evidenciado en dicho país, algunos dicen que se trata de un “desastre apocalíptico”.
El Salvaje Fuego indiscriminado ha arrasado con todo a su paso; bosques, monocultivos, animales, plantas, insectos, pájaros, casas, automóviles y… alegremente, con algunos humanos.
En ocasiones el fuego arremetió contra pueblos enteros, quemando furiosamente todo lo que se le puso por delante. Se calculan en millares las casas que fueron completamente calcinadas, dejando en completo desconsuelo y en la calle a sus propietarios.
Tanto se ha quemado que el humo ha cubierto por completo los días soleados, llegando a convertirlos en verdaderos días nublados de invierno.
Como es de esperar las consecuencias han sido tremendas, tanto para lo Salvaje como para la civilización. Millonarios gastos monetarios en recursos para tratar de combatir el fuego, con aviones y maquinarias de última tecnología, los que han tratado en vano de apagar el bello Fuego.
Mas imagenes, aqui.
Porque el Fuego también es Naturaleza Salvaje (unas palabritas sobre el desastre)
Es de esta forma como una vez mas lo Salvaje a hecho de las suyas, esta vez fue con la furia y violencia del indómito Fuego.
Este contundente atentado de lo Salvaje en contra de la vida civilizada en lo particular me llena de alegría. Me llena de alegría apreciar la desgracia que ha dejado a su paso. Me alegra ver las miles de casas calcinadas. Me alegra ver el terror de los humanos. Me alegra verlos corriendo despavoridos ante la inmensidad del Fuego. Y me alegran de sobre manera las muertes humanas.
Lamento los bosques nativos que han sucumbido ante la fuerza arrolladora de las llamas. Lamento la muerte de los animales, pájaros e insectos salvajes. Se que sus cuerpos se unirán a la Tierra fertilizándola para la próxima generación de arboles. Todo eso lo lamento, sepan que han muerto por algo que es mucho más grande y poderoso que cualquier ser de la tierra.
Saber que ni toda su mega-maquinaria de aviones gigantes ha podido apaciguar las furiosas llamas, ¡alegra el alma! Saber que la única que ha sido capaz de apagar el Fuego ha sido la misma Naturaleza Salvaje: esta vez la Lluvia. Con tan solo unos momentos de agua caída hizo lo que ningún mega-avión pudo. Esto solo reafirma la majestuosidad de la Tierra, de como sus ciclos son omnipotentes e imposibles de evitar. Nunca nada será más grandioso que la sabiduría eterna de la Tierra Salvaje. Porque estamos regidos y a merced de la Tierra, siempre estará por encima de nosotros. ¡Nuestra única y verdadera autoridad es la Naturaleza Salvaje!
Que los humanistas sigan condenando y satanizando al hermoso Fuego. Que se sigan conmoviendo por la desgracia ajena. Que continúen combatiendo infructuosamente el Fuego que aun queda. Tal vez lo apaguen (lo más probable) pero sepan que el daño ya esta hecho. Ante todo esto solo tengo una frase que viene a mi memoria y que una vez una persona antigua me dijo: “QUE LO SALVAJE SE ENCARGUE DE LO SALVAJE”.
Que así sea, porque los montes tiene la capacidad de auto-regenerarse, naciendo incluso mas hermosos que antes. Porque los insectos y demás especies del bosque volverán a habitarlos. ¿Qué son para la Tierra y lo Salvaje unas cuantas décadas?: NADA.
¡Que arda todo lo que tenga que arder! ¡Incluso lo Salvaje!
¡Que los humanistas se desvivan ayudando a extraños!
Yo me rio de su hediondo altruismo y su solidaridad promiscua…
https://www.youtube.com/watch?v=cs6jz28p-mQ