Recibido en el correo, traducido por “Kuiahuitl” desde la publicacion “Ash and Ruin”.
El imperio de la “humanidad” ha asegurado su caída.
La lluvia, vil y ácida, ha estado cayendo sobre todos nosotros
como las lágrimas del dolor en silencio durante tanto tiempo
sin embargo, pocos prestan atención a la tormenta que se avecina.
La perdida y los cobardes acuden ilusionados amontones a lo alto de la ilusión
la construcción de los muros de su propio encarcelamiento
con la vana esperanza de que pueden ocultar de su vista
las nubes oscuras que ahora se perfilan sobretodos.
Pero nada puede detener las mareas altas
o detener el avance de los desiertos
que consumirán las ciudades
y dejar sólo las ruinas a su paso.
Con desprecio, amargura y escepticismo
Me penetra la oscuridad que me rodea.
Y sin ninguna esperanza de un mañana mejor
Yo abrazo a la tormenta y me paseo
Llevo mi antorcha en la noche
y escucho los gritos de batalla a través del estruendo
Ansiosamente me adentro más hacia lo desconocido
en la búsqueda de una vida en valor vivido
La lluvia azota a torrentes
y la noche es oscura e impenetrable
a excepción de los incendios en el horizonte
que son mi única brújula…
-A